El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha reiterado sus inquietudes sobre el hecho de que las enfermeras en países de renta baja sean objeto de contratación por parte de naciones más ricas.
El CIE cree que todos los países, en especial los de renta alta deben apuntar a ser autosuficientes y generar las enfermeras necesarias para cubrir las necesidades de sus poblaciones.
Hablando a la Asociación de Corresponsales de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, la Presidenta del CIE, Dra. Pamela Cipriano, ha declarado que esa contratación, en particular de enfermeras sénior y experimentadas, es motivo de especial preocupación.
La Dra. Cipriano, ha afirmado que “provoca un déficit grave de conocimiento y experiencia en países que no se pueden permitir perder a sus enfermeras más experimentadas. Al sacar a esas enfermeras del entorno clínico, se produce una verdadera fuga de cerebros.
Hacemos un llamamiento a la ética de los países sobre que la salud es una cuestión global. No queremos ver cómo algunos países prosperan y otros sufren”.
El Director General del CIE Howard Catton ha declarado que si bien algunos países han alcanzado acuerdos económicos que implican el pago de una cuota por cada enfermera a los países donantes, las cantidades en cuestión – en un caso en concreto únicamente 1 240 USD por enfermera – son “deplorablemente inadecuadas”.
El Sr. Catton ha afirmado: “Ese pago no reconoce ni de lejos el coste real de la formación de esa enfermera o la pérdida que su marcha supone para el sistema de salud de su país. Yo esperaría ver al menos 60 000 USD para compensar esa experiencia, o incluso más”.
El Sr. Catton ha propuesto el establecimiento de una moratoria para las naciones más ricas sobre la contratación activa de enfermeras de hasta 50 países más pobres con el fin de salvaguardar la fuerza laboral de enfermería y los servicios de salud en ellos.
El CIE está instando a los gobiernos a utilizar su sencillo indicador de autosuficiencia publicado en su informe COVID-19 and the International Supply of Nurses (COVID-19 y la oferta internacional de enfermeras) para asegurarse de estar formando y reteniendo suficiente personal de enfermería para no tener la necesidad de atraer a enfermeras de países que malamente se pueden permitir quedarse sin las suyas.
Se basa en el porcentaje de enfermeras nacidas o formadas en el extranjero y ofrece a los formuladores de políticas nacionales una indicación de su grado de dependencia y vulnerabilidad potenciales en relación con la oferta internacional de enfermeras.
Véase parte de la cobertura en los medios al respecto basada en los comentarios de la Dra. Cipriano y el Dr. Catton:
AFP Francia y global
EFE España y global
STERN Alemán
Nigeria News Nigeria y África